Hay días en los que sentimos que nos falta algo para crear: más tiempo, más recursos, más inspiración… más algo. Pero la creatividad, la de verdad, casi nunca aparece con la mesa servida. A veces está escondida entre las cosas que ya tenemos a la mano: en una nevera, en un proyecto, en una conversación, en un recuerdo medio olvidado.
Lo que diferencia a quien crea de quien solo observa no es la cantidad de piezas que tiene, sino cómo decide conectarlas.
Esta edición va de eso: del pensamiento combinatorio. De ver posibilidades donde otros ven objetos sueltos. De cómo una lechuga, un aguacate, Shakira, Nelson Mandela y Twitter pueden terminar trabajando juntos en una campaña global para la Copa Mundial de la FIFA. Y de cómo los podcasts, que nacieron como audio puro, ahora también se mezclan con pantallas, clips y comunidad para transformarse en algo nuevo.
Hoy la invitación es simple: abre la nevera de tus ideas. Mira lo que hay adentro. Quizás no falte nada. Quizás solo haga falta conectar.
Pensamiento combinatorio: Ver conexiones donde otros ven cosas sueltas
A veces abro la nevera o la alacena y no busco una receta: busco una idea. Miro lo que hay (una lechuga, un aguacate, algo de queso, ¡wasabi!) y mi cerebro empieza a jugar. No pienso tanto en lo que falta, sino en lo que puede pasar si mezclo lo que ya tengo. En minutos, aparece una receta nueva o una versión improvisada de otra. Y casi siempre funciona.
Con el tiempo entendí que eso no solo me pasa en la cocina. Pasa en el trabajo, en los proyectos, en la vida. Hay gente que ve piezas sueltas (personas, materiales, tareas) y otra que ve posibles combinaciones. Lo segundo no es magia, es pensamiento combinatorio: la habilidad de conectar elementos que no estaban pensados para funcionar juntos, pero que al hacerlo generan algo nuevo, útil y hasta hermoso.
Steve Jobs decía que la creatividad es “simplemente conectar cosas”. Pero conectar bien implica algo más: ver los sistemas, los patrones, las posibilidades. Es un tipo de intuición que mezcla memoria, experiencia y curiosidad. No se trata de inventar desde cero, sino de reconocer que las piezas ya están ahí, esperando ser mezcladas.
🌍 Un ejemplo real: cuando el trofeo habló
Hace unos años, cuando Twitter era todavía una novedad, me invitaron a una reunión con un cliente misterioso. Entré con un amigo sin saber que nos estábamos sentando frente a Coca-Cola. Sobre la mesa: la campaña del Trophy Tour de la Copa Mundial de la FIFA 2010.
Podían simplemente llevar el trofeo desde donde estaba al país anfitrión. Pero no: Coca-Cola lo hacía viajar por el mundo para que más personas vivieran el encanto del fútbol, con embajadores, jugadores y celebridades. Y yo, sentado allí, escuchando el brief… tenía que proponer algo en ese mismo momento para ese “nuevo medio” que eran las redes sociales.
Era 2010. Twitter era terreno salvaje. Monetización cero. Reglas: ninguna. Pero yo ya estaba jugando con una idea: darle vida a las cosas. Hacer que una ciudad tuiteara como si respirara. Que un evento contara lo que estaba pasando, en tiempo real.
Así que lo dije sin pensar demasiado:
¿Y si el trofeo hablara?
¿Si contara su propio viaje?
¿Si comentara lo que veía, la comida que probaba, quién lo recibía?
Sudáfrica era sede del torneo. Nelson Mandela sería el gran anfitrión. La canción oficial era de Shakira. Y en la inauguración estaría Juanes, a quien alguna vez había conocido en Miami gracias a Nokia y con quien a veces intercambiaba DMs.
Todo eso estaba ya en mi cabeza, archivado en distintos “cajones mentales”. Solo con pensamiento combinatorio se conectó en segundos para construir algo nuevo:
-Un objeto con voz
-Una campaña global
-Una historia humana contada desde un símbolo
Y funcionó. Porque las ideas más poderosas suelen ser las que usan piezas que ya estaban ahí, esperando que alguien las ponga juntas.
La creatividad no es llenar vacíos, sino reordenar el caos.
Y si tu cerebro puede hacerlo con lo que hay en la nevera, probablemente también puede hacerlo con una campaña, con una estrategia, con una vida entera.
Lo importante es esto:
no falta nada, lo que falta es conectar.
Ahora me voy a la cocina, que esta mañana vi un aguacate que me dió varias ideas.
Para leer y escuchar: ¡Podcastea!
El mundo del podcast está en plena reinvención. Amazon decidió reducir su inversión justo cuando Spotify despidió al 5% de su equipo de audio y Audacy cerró Pineapple Street Studios, una de las productoras más influyentes de la última década. Lo curioso es que, mientras las plataformas tradicionales reculan, el gran ganador es YouTube.
Según un estudio de Cumulus Media y Signal Hill Insights, el 39% de los oyentes semanales de podcast usa YouTube como su plataforma principal, más del doble que en 2019. Y lo más revelador: casi tres cuartas partes de ellos ven los podcasts en lugar de solo escucharlos.
El formato se está transformando de la misma manera que lo hizo la televisión: de un medio lineal a uno visual, interactivo y comunitario. YouTube entendió antes que nadie que la conversación no necesita escenario, solo conexión. El podcast, que nació como audio puro, ahora se multiplica en pantallas, clips, comentarios y shorts que viven su propia vida en el algoritmo.
Tal vez el futuro del podcast no sea solo escuchar, sino verte pensar, sentir y conversar. En el fondo, la misma idea de siempre: mezclar lo que ya existe para crear algo nuevo.
(La imagen es de Chartr, y los datos de Cumulus Podcast Network, SignalHill Insights y Apple Podcasts).
Para seguir conectando puntos
Playlist: 5 de la mañana: canciones para cuando el mundo todavía está en silencio y las ideas se ordenan solas: Apple Music - Spotify
Serie: Abstract: The Art of Design (Netflix): el episodio de Paula Scher es una clase magistral sobre cómo convertir la intuición en estructura. (Acá abajo se los dejo completo, cortesía del canal en YouTube de Netflix).
REMIX Store: nuevos hoodies y t-shirts inspirados en el concepto de ver conexiones donde otros ven piezas sueltas. (entra aquí)
A veces no se trata de crear más, sino de mirar distinto.
Si algo de esta edición te hizo conectar ideas, compártela con alguien que siempre ve las piezas sueltas.
¡Tal vez descubran algo juntos!
Y siquieres apoyar este proyecto, puedes hacerlo aquí en Substack, en Patreón y hasta en mi tienda comprando el merch exclusivo que diseñamos.
— Guillermo






Qué gran nivel de significancia tiene para mí este post. Cada acción tiene consecuencia y sin duda, conexión. Vivimos aquella época y también tuve la suerte de recibir un par de correos, que siendo sincero, para mí eran "misteriosos" ja, ja, ja. Sin duda, las "conexiones sinceras" me permitieron ser parte (muy pequeña) de aquel sueño de hacer que un país tuiteara. Porque el impacto que lograron Guillermo se extendió a otras ciudades, aprovechando diferentes actividades conexas. Soy medio nostálgico, esa época una de las mejores por mucho. Abrazo bro.
Yo viví esa experiencia de coca cola! Que gran momento! Y también lo disfrute en Twitter!